NOSOTROS

Llevamos en Comillas, verano tras verano, desde 1966. Cuando comenzamos, el camping era una finca de vacas que pastaban hierba con sabor a salitre hasta que a mediados de los años sesenta se convirtió en lo que es: un camping de los de antes, de los que llegas y plantas tu tienda donde más te guste. Puedes elegir despertarte al lado del mar o echar la siesta debajo de árboles, resguardado del sol de mediodía y del viento del nordeste. 

El Camping de Comillas es un camping de campistas, dedicado a ese espíritu libre que significa ser campista. Dormir escuchando el sonido del mar, de las olas rompiendo contra la costa rocosa, las mareas subiendo y bajando, el Nordeste soplando. Dormir con el olor de la hierba de verano, con el aroma del salitre que se queda pegado a la tienda, a la ropa, a los brazos y a tu pelo. Porque en Comillas tu pelo se alborota. 

Es un camping de mil estrellas. Durmiendo, mirando al cielo, sientes que eres un privilegiado haciendo noche en esta villa marinera con aire señorial y origen ballenero, con una de las historias más fascinantes de los siglos XIX y XX del norte de España.